¿Cómo ayuda la leche a la buena nutrición de tus hijos?

La leche contiene un valor nutricional elevado. En él se pueden encontrar aminoácidos, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Por lo tanto, consumirlo tiene un papel importante en la dieta de los niños. 

El calcio es uno de sus componentes más significativos, que es indispensable para los huesos y los dientes, y para la actividad normal del músculo y el sistema nervioso, y también para controlar los procesos de coagulación. 

Mi nombre es Sandra Salas. En esta oportunidad  veremos los valores nutricionales clave de la leche, algunas recomendaciones de consumo, la importancia de las proteínas de la leche en la salud de los niños, entre otra información de interés para el crecimiento y desarrollo de los pequeños de la casa. 

La leche es muy nutritiva

La leche tiene una composición única y puede ser una parte importante de la dieta de su hijo. Es una buena fuente de minerales, en particular el calcio y fósforo, que son necesarios para el desarrollo saludable de los dientes y los huesos. La leche también proporciona buenas cantidades de carbohidratos, proteínas, grasas y vitaminas. 

El hidrato de carbono de la leche es la lactosa, el cual puede causar desórdenes gastrointestinales en personas intolerantes a la lactosa. En este caso se recomienda el consumo de leche deslactosada y productos lácteos deslactosados.

La proteína que contiene la leche es principalmente caseína, la cual es necesaria para la estructura de las células, hormonas y enzimas, además es posible que tenga efectos positivos en la normal actividad del sistema inmune. 

El contenido de grasa puede variar, se pueden encontrar leches con 3.5%, 2,8% y hasta 1.5% de contenido de grasa. La leche de vaca se compone principalmente de ácidos grasos de cadena larga. 

Los ácidos grasos de cadena larga son más difíciles de digerir para el cuerpo porque requieren sales biliares del hígado, así como enzimas pancreáticas para descomponerlos antes de que puedan ser absorbidos por el intestino. 

Sus componentes claves son calcio y vitamina D, A,  y vitaminas del grupo B, como: B1, B2 y B12.

Su composición de proteínas y grasas, junto con el contenido de micronutrientes, sugiere un alimento funcional, cuyos efectos positivos se ven enfatizados por el consumo regular, particularmente en condiciones de dietas pobres en algunos nutrientes limitantes. 

Por otra parte es importante destacar, que el déficit de ácidos grasos omega-3 puede provocar anomalías neurológicas, retraso en el crecimiento, debilidad, reducción de la capacidad de aprendizaje, alteraciones en la coordinación motora, cambios en el comportamiento, niveles altos de triglicéridos, presión arterial alta, edema, piel seca, retraso mental, disfunción inmune, etc. Todos los síntomas de deficiencia pueden desaparecer con el regreso de omega-3 a la nutrición.

Para paliar numerosos problemas de salud, se enriquecen con cantidades moderadas de estos ácidos grasos los alimentos que no son fuentes tradicionales de ácidos grasos omega-3 como los productos lácteos y de pastelería, carnes, papillas, etc. Lo cual aumenta la demanda y valor de tales productos debido a su conocido efecto positivo en la salud humana. 

En ese sentido, tenemos la leche ecológica, qué es más costosa, pero no está garantizado que tenga mayor calidad nutricional, aunque hay estudios que aseguran que sí. Lo que sí parece ser cierto es que hay una relación entre la cantidad de ácidos grasos omega 3 presentes en la leche y la alimentación con hierba, forraje e incluso semillas de lino, siempre que ésta esté debidamente equilibrada. Recuerda que el omega 3, también está presente en las semillas de lino, chia y aceite de oliva. 

Tabla 1. Valor nutricional de la leche entera. 

Fuente: elaboración propia a partir de la fuente descrita. 

¿Cuánta leche debe beber un niño?

La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda la leche materna, o fórmula para aquellos que no pueden o deciden no amamantar, durante el primer año de vida y la leche de vaca a partir de entonces; se puede introducir agua potable cuando el niño muestra signos de desarrollo de preparación para alimentos sólidos, lo que generalmente ocurre entre 4 y 6 meses. 

Se recomienda leche de vaca entera y sin sabor para niños de 12 a 24 meses de edad; se recomienda leche baja en grasa o sin grasa a partir de los 2 años, o para niños a los 12 meses que tengan antecedentes familiares de obesidad o enfermedades cardíacas. 

Recientemente han surgido discusiones y debates sobre los posibles efectos positivos y negativos de la leche de vaca en la comunidad pediátrica, también bajo la presión de la opinión pública.  

Los efectos negativos del consumo de leche de vaca parecen limitarse al estado del hierro hasta 9 a 12 meses; entonces no se observan efectos negativos, siempre que la ingesta de leche de vaca no supere una cantidad diaria máxima de 500 ml, y se complementen adecuadamente con alimentos enriquecidos con hierro o con otros nutrientes relevantes. 

La intolerancia a la lactosa se puede controlar fácilmente y se pueden consumir hasta 250 ml/día de leche. La alergia a las proteínas de la leche de vaca suele ser transitoria. 

¿Por qué es importante servir proteínas, como la proteína de la leche, a los niños?

La leche de vaca representa una fuente importante de proteínas de alta calidad nutricional, así como de calcio. Además, tiene efectos promotores para el crecimiento y desarrollo infantil. 

Las proteínas de alta calidad, se componen de los nueve aminoácidos esenciales, aquellos que el cuerpo humano no puede sintetizar. Según el informe del Comité Asesor de Directrices Dietéticas de 2010, los productos de origen animal proporcionan una mayor cantidad y calidad de proteínas que los productos vegetales.

Esto es particularmente importante cuando las necesidades de proteínas son altas, como durante los períodos de crecimiento y estrés metabólico.

Construyendo músculo magro

El IGF-1 y el IGF-2 desempeñan un papel clave en la acumulación muscular esquelética durante el desarrollo, el mantenimiento muscular y el envejecimiento, así como durante las lesiones musculares.  

Existen investigaciones anteriores que apoyan la hipótesis de que la ingesta de lácteos y leche está asociada con concentraciones más altas de IGF-1. 

Por otra parte, es importante destacar que el contenido de aminoácidos de cadena ramificada (isoleucina, leucina y valina) en las proteínas de la leche está en niveles más altos que en muchas otras fuentes de alimentos. 

Estos aminoácidos, especialmente la leucina, ayudan a minimizar la pérdida muscular en condiciones de mayor descomposición de proteínas y pueden estimular la síntesis de proteínas musculares. 

Manteniéndote lleno

La leche es rica en proteínas y se puede esperar que ejerza un mayor efecto saciante que las bebidas compuestas predominantemente de hidratos de carbono.

Aunque los estudios que investigan el efecto de los líquidos suplementados con suero o caseína (ambas proteínas lácteas) generalmente informan de un efecto supresor del apetito, los estudios que utilizan leche no han demostrado una reducción en la ingesta de energía.

En algunos estudios, la ingesta de energía en el almuerzo fue significativamente menor después de consumir leche desnatada que después de consumir una bebida de fruta. Este resultado fue respaldado por autoinformes de plenitud, satisfacción y consumo prospectivo que indicaron un apetito percibido significativamente menor después del consumo de leche desnatada que después del consumo de una bebida de fruta. 

Los resultados del estudio sugieren que el consumo de leche desnatada en lugar de una bebida de fruta conducirá a un aumento de la saciedad y una disminución de la ingesta de energía en la próxima comida. 

Sin embargo, ten en cuenta que tomar demasiada leche puede conducir a un aumento de peso debido a la alta ingesta de calorías. 

Mantener la salud de los huesos

Solo tenemos una oportunidad de construir huesos fuertes: cuando somos niños y adolescentes. Los niños que obtienen suficiente calcio comienzan su vida adulta con los huesos más fuertes posibles. Eso los protege contra la pérdida ósea más adelante en la vida. 

Los niños pequeños y los bebés necesitan calcio y vitamina D para prevenir una enfermedad llamada raquitismo. El raquitismo suaviza los huesos y causa piernas de arco, retraso en el crecimiento y, a veces, dolor o debilidad muscular. 

El calcio se encuentra en los alimentos. Algunos alimentos son muy ricos en calcio. Los productos lácteos se encuentran entre las mejores fuentes naturales de calcio:

• Leche

• Yogur

• Quesos duros. 

El porcentaje de grasa en la leche y otros productos lácteos no afecta a su contenido de calcio: sin grasa, el 1%, el 2% o enteros tienen aproximadamente la misma cantidad de calcio. 

Leche láctea vs leche vegetal: ¿Qué leche es mejor para los niños?

Un panel que incluye a la Academia Americana de Pediatría publicó recomendaciones que afirmaban que los niños menores de 5 años deben evitar las leches de origen vegetal. A menos que un niño tenga restricciones dietéticas, se recomienda la leche de vaca para niños de 12 meses o más para ayudar a suministrar proteínas, calcio, vitamina D y otros nutrientes. 

La leche de vaca tiene nutrientes esenciales clave que no coinciden con las alternativas de origen vegetal, ya que al comparar el contenido de nutrientes como proteínas y calcio, los productos lácteos son la mejor opción para los niños. Ya que el calcio en la gran mayoría de estas bebidas es añadido y no está asociado a proteínas, por lo que su biodisponibilidad es muy inferior. Por otro lado, estas bebidas no siempre están enriquecidas con vitamina D, que facilita la absorción del calcio. 

Sin embargo, una excepción es para los niños con intolerancia o alergia a los lácteos, o para las familias con una preferencia dietética como comer vegano debido a creencias religiosas o de estilo de vida. Para los niños que necesitan una alternativa a la leche de vaca, la leche de soja es la mejor opción de leche de origen vegetal. Sin embargo ten presente que la soya es considerada un alérgeno alimentario. Y algunas personas pueden ser sensibles a esta. 

Tanto para la leche láctea como para la leche de origen vegetal, los padres deben evitar ofrecer a los niños leches aromatizadas, ya que contienen azúcares añadidos. También se aconseja a los padres que eviten otras bebidas endulzadas con azúcar, como refrescos, zumos y bebidas deportivas, y que opten por agua y leche sencilla y pasteurizada en su lugar. 

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